a universidad no ceda terreno ni negocie los logros obtenidos en la lucha por la igualdad en la coyuntura actual, puede tomar varias medidas clave: Fortalecer las políticas de inclusión y diversidad: Revisar y actualizar las políticas para garantizar que sean efectivas y se apliquen de manera equitativa. Promover la participación de grupos subrepresentados en todos los niveles de la comunidad universitaria. Fomentar la educación y la sensibilización: Incluir en el currículo cursos y actividades sobre derechos humanos, equidad de género, inclusión y diversidad. Realizar talleres, seminarios y campañas de concienciación para estudiantes, docentes y personal administrativo. Garantizar espacios seguros y libres de discriminación: Crear canales confidenciales para denunciar actos de discriminación o acoso, asegurando una respuesta rápida y justa. Promover un ambiente donde todas las voces sean escuchadas y respetadas. Involucrar a la comunidad universitaria: Facilitar espacios de diálogo entre estudiantes, docentes y autoridades para abordar temas relacionados con la igualdad. Incentivar la formación de grupos estudiantiles y redes de apoyo que trabajen por la equidad. Monitorear y evaluar el progreso: Establecer indicadores claros para medir el avance en temas de igualdad e inclusión. Publicar informes periódicos para mantener la transparencia y la rendición de cuentas. Fortalecer alianzas externas: Colaborar con organizaciones gubernamentales, ONGs y otras universidades para compartir buenas prácticas y recursos. Participar en redes internacionales que promuevan la igualdad en la educación superior. Proteger los logros obtenidos: Legislar y formalizar avances en estatutos o reglamentos para que no dependan solo de gestiones temporales. Defender activamente las políticas de igualdad frente a posibles retrocesos políticos o sociales.